lunes, 27 de julio de 2009

La contingencia en la vida

Es ampliamente reconocido y dado por hecho que para vivir hay ciertas necesidades que deben satisfacerse, como el comer, el beber, el respirar. En esta ocasión vengo a reflexionar sobre lo contingente (entendido aquí como lo contrario a lo necesario) de la vida. Es muy común pensar que para vivir es necesario esto o lo otro. Pero no creo que esto sea así. Lo necesario para vivir es nacer solamente. Ya habiendo nacido se vive y, pese a que la vida se vea truncada en un corto plazo, esto no es causado por no haberse satisfecho las necesidades de la vida, sino debido a que se cumplieron las de la muerte.

Ya habiendo nacido se está vivo y ya en el camino de la vida no es necesario nada para seguir viviendo (salvo mantenernos en la unidad de ser). Por lo tanto, para vivir no es necesario comer, porque no se necesita estar comiendo para vivir, lo mismo que no es necesario estar bebiendo. Asimismo esto se extiende al oxígeno y demás recursos que suelen pensarse como necesarios para vivir: no es necesario estar suministrándolos para continuar en vida. No es la vida la que está requiriendo satisfacer determinadas necesidades para evitar la muerte, es la muerte la que espera que se cumplan sus requisitos para acabar con la vida. Es necesario que no haya nutrientes para que el cuerpo comience a alimentarse de sí mismo; que no haya agua para que la armonía bioquímica comience a torcerse; un buen accidente que bloquee todos los sentidos... En la vida todo es contingente, es la muerte, repito, la de las necesidades.

Por lo tanto no se trata de imaginarnos a la vida como determinando la muerte, sino a la muerte determinando la vida. En los griegos esta función la desempeñaba Átropos (Ἄτροπος), hermana mayor de las moiras (μοιραι), quien era la encargada de cortar el hilo de la vida que sus dos hermanas disponían. Desde luego no propongo a la muerte como sujeta a la voluntad de alguna deidad, sino que las acciones que realizamos van más encaminadas al morir, que al vivir.

13 comentarios:

José Vieyra dijo...

Bena, no creo estar de acuerdo contigo, lo que haces es invertir y darle cualidades a la muerte restándoselas a la vida.

Creo que el problema está aquí, si dices "no es necesario estar comiendo para vivir", pero tempoco es necesario estar no comiento para morir, es decir comer es una necesidad, porque hacerlo o dejarlo de hacer conllevan una conscecuencia, o bien mantener el estado (vivir) [principio de constancia es llamado en psicoanálisis a lo más elemental que hace un ser vivo para continuar así, manteniendo un mínimo de energía para funcionar], pero decir "no comer es necesario para morir", es, como tú sabes, en lógica, una premisa negativa que vale lo mismo que decir "comer es necesario para vivir (no morir)".

Además al decir tú "estar comiendo" congelas al verbo "estar" eternamente, y bien sabes que se está en acto, por lo que estar comiendo es una acto que terminará y su consecuencia es prolongar el estado óptimo para continuar la vida, pero no por ello siempre que se "está vivo" se "está comiendo" son dos actos diferentes, no los sobrepongas, me causa mucho ruido tu argumentación, sería interesante revisarlo más detenidamente.

Saludos

José Alberto dijo...

En efecto, lo que hago es invertir, pero no para restarle cualidades a la vida y dárselas a la muerte, propongo justamente esa inversión: no es la vida la que se acaba porque no se le satisfacen sus necesidades, sino la muerte la que da fin a la vida por ser satisfechas las suyas. Entiendo que el texto se dé a malinterpretaciones, especialmente lógicas, las cuales revisaremos hoy, pero intentaré aclarar:

Para vivir hay que nacer y para morir, vivir.
Todos los seres vivos nacen y mueren.
La muerte está inscrita en todos los seres vivos.
Nacer es iniciarse el funcionamiento del complejo psicobiológico.
Vivir es mantenerse el funcionamiento del complejo psicobiológico.
Morir es acabarse el funcionamiento del complejo psicobiológico.
No nacer es no iniciarse el funcionamiento del complejo psicobiológico.
No vivir es no mantenerse el funcionamiento del complejo psicobiológico.
No morir es no acabarse el funcionamiento del complejo psicobiológico.

Entendido de esta forma no es contradictorio (diametralmente opuesto) vivir y morir, sino nacer y morir. En el texto dije que lo único necesario para vivir era nacer y que la muerte es la que necesita de algunas cosas para que la vida se acabe.

Con esto que introduje del nacimiento pienso que para que el nacimiento se dé es necesario que se cumplan algunos requisitos, una vez que se da el nacimiento sigue la vida (independientemente del lapso que dure, que es lo de menos) y luego la muerte llega cuando sus requisitos se dan. Se puede vivir satisfecho de comida, bebida, oxígeno, hacer deporte, cuidarse de las radiaciones del sol, beber moderadamente alcohol, alejarse de las drogas y las emociones fuertes, meterse en una burbuja, etcétera, pero cuando se cumplen las necesidades de la muerte, la vida se acaba.

Espero haber aclarado esto. Gracias por tu opinión sincera. Nos vemos.

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Una duda compañero, para llamar a algo Vida ¿es necesario estar en esto que mencionas como el complejo psicobiologico? O, si podrías desarrollar más esa idea, vamos, me entra en conflicto con lo de "psico",pues ¿Qué sucede entonces con el feto que supone que no "nace", pero si esta vivo?
Saludos!

José Alberto dijo...

Hola Jesús, gusto en verte por estos rumbos.

No era mi interés entrar a discutir esto con el comentario anterior, quería remarcar solamente que el contrario de la muerte no es la vida, sino el nacimiento, sin embargo es bueno que lo menciones, para ir encuadrando mejor el asunto:

Respondiendo primero a lo del feto, creo que el momento en que se une esperma y óvulo es un buen punto para afirmar "se ha iniciado el funcionamiento del complejo psicobiológico". Por qué psicobiológico, por denotar que trataba del hombre, que es en quien tenía puesta la mira al escribir aquello. Una reducción de biológico por psicobiológico no me parece inadecuada, puesto que así se abarcan los seres vivos en general.

Espero con esto haber aclarado la idea.

Unknown dijo...

Si, así lo vería mejor yo, me parecía mas claro antes de el anexo que pusiste hahaha, pero si de acuerdo contigo, la muerte no es contraria a la vida, de hecho yo no ve tal necesidad de hacer dicotomías de todo lo que se nos presenta. Es proceso, si lo vemos físicamente, es a lo que tiende la entropía, pero bueno eso ya es mas general y no va tanto con lo que mencionas.
Seguimos leyendo, saludos!

José Vieyra dijo...

Insisto, las necesidades de la muerte son la ausencia de las necesidades de la vida, nacer efectivamente es un requisito, pero entonces para morir es necesario nacer, por lo tanto una necesidad de la muerte.

Realmente sigo sin entender la propuesta, si lo que quieres mostrar son las necesidad de la muerte, simple, enumera la ausencia de necesidades de la vida, porque si bien para vivir es necesario nacer, no es lo único necesario, puesto que bien podrías decir, ¡para morir es necesario vivir y listo! es lo único...

José Alberto dijo...

Así es, Vieyra, nacer es una necesidad de la muerte, que se debe cumplir para que se dé. Es algo que se desprende de la lista de definiciones que puse arriba y es precisamente a lo que me refiero: se deben cumplir las nacesidades de la muerte (entre ellas el morir, remarco)

En tu segundo párrafo creo que te equivocas, puesto que dices que para vivir no es necesario solamente nacer. Es necesario sólo nacer, pues naciendo se vive (y lo dije hace tiempo: independientemente del tiempo que dure la vida) Pero para morir se tienen que dar una serie de factores, necesidades, como menciono, pero para vivir: sólo nacer. Ojo: yo no digo "para estar viviendo", congelando, como mencionabas, el verbo estar; digo "para vivir". En este sentido, mucho menos entiendo tu afirmación final "¡para morir es necesario vivir y listo!"

Si aún no queda claro el punto, revisémoslo.

Saludos.

José Alberto dijo...

Errata, primer párrafo, al final: (entre ellas el nacer, remarco)

José Vieyra dijo...

Vayámonos entendiendo, no niego lo que dices, pero he mantenido la idea de que son exactamente lo mismo lo que planteas pero de manera negativa, por decirlo de alguna manera.

"Es claro que no es necesario que, de toda afirmación y de toda negación opuestas, la una ha de ser verdadera , la otra falsa; porque no sucede con lo que no existe, o que pueda existir, lo que con las cosas que realmente existen"
Aristóteles, Peri Hermenias, Cap.9

Para vivir es necesario nacer,
Para morir es necesario vivir,
por tanto para morir es necesario nacer.

Simple razonamiento que da una verdad que tienes desde un comienzo, sigo sin encontrar pies ni cabeza a tu razonamiento, es decir, lo que mantengo es que si bien hay necesidades para morir, ¡también las hay para vivir! y no solamente es el nacer... de ahí en fuera lo que digas de la muerte, estoy de acuerdo.

José Alberto dijo...

Lo que sucede es que tú pareces entender la muerte como el contrario de la vida, pero yo no, sino a la muerte como el contrario del nacimiento. En ese sentido, los que requieren de varios factores para darse son la muerte y el nacimiento, pues la vida se da tras el nacimiento, necesariamente.

Es más, incluso cumpliéndose el principio de constancia que más arriba mencionabas, la muerte puede llegar.

José Vieyra dijo...

Ok, dejemos la discusión, pues, sólo algo último, en tu tercer comentario dices que tú no escribes "estar viviendo", yo tampoco, escribí, copiando de tu entrada, "estar comiendo para vivir" (aquí sí congelas el verbo estar a la par de vivir), por lo que insisto que "estar comiendo" lo dejas en el mismo nivel que "vivir" y son diferentes.

Un gusto intercambiar ideas contigo, saludos Bena.

José Alberto dijo...

¡Igualmente! Gracias por comentar y por argüir. Nos seguimos leyendo, Vierya.